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¿qué son las zonas azules?

Es una pregunta que los habitantes de Guanacaste se hacen con gusto, ya que es un verdadero orgullo para la población de la provincia albergar una de las cinco zonas de este tipo que existen en el mundo. Comprende los cinco cantones de la península de Nicoya: Hojancha, Nandayure, Carrillo, Santa Cruz y Nicoya.

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zonas azules

definición de zonas azules

A modo de definición, estas zonas son áreas geográficas con una alta concentración de población longeva, que con frecuencia alcanza los noventa o cien años de edad. Existen 5 Zonas Azules en el mundo, una de las cuales se encuentra en la Península de Nicoya; las otras de la lista son Cerdeña en Italia, Okinawa en Japón, Loma Linda en Estados Unidos e Icaria, en Grecia.

Existen factores comunes en estas poblaciones, como una buena salud física y mental, una dieta tradicional sana, el respeto a la familia, una fe profunda, una movilidad constante y un propósito en la vida.

Si bien una Zona Azul indica un foco de longevidad saludable, también plantea el reto de cómo extender estos beneficios a toda la población fuera de estos reductos. Disfrutar de buenas condiciones de salud no debería depender de factores económicos o tecnológicos, sino de factores de protección que son evidentes y están probados en la región. Entre ellos se incluyen una buena salud física y mental, el mantenimiento de una dieta tradicional, una fe y una espiritualidad profundas, el apoyo y el respeto a las redes familiares que atraviesan generaciones, donde los nietos pasan tiempo con sus abuelos y comparten sus conocimientos, la actividad física y la movilidad constante, y un propósito en la vida asociado a la espiritualidad.

Estos factores están presentes, en cierta medida, en las otras cuatro Zonas Azules del mundo, según los expertos mundiales que participaron en la Reunión Mundial de Nicoya a mediados de noviembre.

Como indica la Organización Mundial de la Salud, "el envejecimiento activo o positivo es el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen".

Pero más allá de este contexto, las autoridades sanitarias están tomando medidas para que los costarricenses lleguen a los 80 años con buena salud. La información y el ejemplo que dan los habitantes de la Zona Azul de Nicoya son muy valiosos, y algunos de los hábitos de vida pueden emularse, sembrando una semilla azul en todo el país.

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zonas azules

el concepto de zonas azules

El concepto de Zonas Azules surgió de una serie de proyectos demográficos y estadísticos dirigidos por Gianni Pes y Michel Poulain, pero se hicieron mundialmente famosas gracias al trabajo de investigación del periodista Dan Buettner, junto con un equipo de National Geographic y la publicación de su libro Las Zonas Azules.

En una de sus últimas visitas a Costa Rica, Buettner definió las Zonas Azules como "un tipo de estilo de vida y de entorno que crea longevidad. Son lugares donde la gente se desplaza caminando más que en coche, comen más plantas que carne y una dieta que incluye legumbres o cereales como el maíz, donde la familia es su propósito número uno. Tienen grupos de amigos con los que comparten hábitos saludables".

La Zona Azul de la Península de Nicoya destaca por la belleza de sus paisajes, sus atractivos turísticos y sus áreas de conservación, pero, sobre todo, por las historias que cuentan los longevos habitantes de la región, que han superado la esperanza de vida en Costa Rica y siguen lúcidos y activos, y que disfrutan de una vida larga y saludable.

En la actualidad, tres ejemplos emblemáticos de esta Zona Azul son los centenarios José Bonifacio "Pachito" Villegas, de Pochote de Quebrada Honda, Nicoya, que monta a caballo todos los días a sus 100 años, Trinidad Espinoza, que cuenta continuamente anécdotas de la Costa Rica de los años 30 mientras da de comer a sus gallinas, y Dámaso Mendoza, de 102 años, que al recibir una visita siempre habla de sus años de bailarina y de cómo disfruta de la compañía de las cinco generaciones de su familia en Santa Ana de Belén, Carillo. A ellos se unen otros 42 centenarios de la Península de Nicoya, ubicada en los 5 cantones azules: Nicoya, Santa Cruz, Hojancha, Nandayure y Carrillo (según datos de Jorge Vindas, investigador de campo de la Asociación de la Zona Azul de la Península de Nicoya).

Según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad, esta región seguirá pintada de azul durante muchos años, ya que se han registrado más de 900 personas mayores de 90 años y más de 5.000 habitantes de más de 75 años, la mayoría de los cuales gozan de buena salud en su vejez.

Los datos del Ministerio de Sanidad indican que la esperanza de vida es de casi 80 años, la más alta de Centroamérica, según el Banco Mundial.

Esta información se complementa con estudios realizados por el demógrafo costarricense Dr. Luis Rosero Bixby, que demuestran que la mortalidad de los habitantes de la Península de Nicoya de 90 años es un 10% inferior a la de los costarricenses de la misma edad en el resto del país. "Los cinco cantones de la península siguen apareciendo con mayor longevidad y lo hemos confirmado en todos los lugares que hemos investigado. No sólo viven más, sino que su metabolismo es mejor, los niveles de deterioro cognitivo son más bajos y funcionan a un nivel superior. Me siento afortunado de haber encontrado esta información, aunque el mérito no es mío, sino de los residentes de más edad. Esta tendencia existe desde hace muchos años, pero fui yo quien observó esta particularidad en los datos", afirma Bixby, pionero en la investigación de la longevidad.

Los centenarios de la Península de Nicoya también han captado el interés del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional de Costa Rica, que este año realiza un estudio sobre el tema. Paralelamente, el ICT ha llamado la atención sobre el concepto de Zona Azul como parte de su estrategia de turismo de bienestar como rasgo distintivo en la promoción del destino, mientras que el Ministerio de Cultura y Juventud ha identificado a los longevos habitantes como portadores de una tradición que pueden contribuir a recuperar para las generaciones futuras.

Estas Zonas Azules tienen un vínculo directo con la promoción del turismo en el país, ya que encajan bien en el turismo de bienestar. Esto va de la mano con la decisión de ampliar la oferta turística del país e incursionar en industrias con alto potencial, como el turismo de bienestar. Por ello, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) lanzó la estrategia país Wellness Pura Vida, que busca posicionar a Costa Rica como un destino de bienestar diferente, que ofrece experiencias únicas y transformadoras. Contar con una Zona Azul contribuye a fortalecer la constante búsqueda de calidad de vida del país, tanto para los costarricenses como para los turistas.

"Año tras año, nuestras encuestas indican que son los propios costarricenses los que distinguen a nuestro destino, y sin duda siempre es una experiencia maravillosa pasar tiempo con la generación de más edad. La Zona Azul de la Península de Nicoya, además de alinearse con nuestra estrategia Wellness Pura Vida, son importantes como impulsores del turismo de bienestar en todo el país, destacando la importancia de crear experiencias de viaje auténticas. Estos centenarios ayudan a enseñarnos el valor de esas pequeñas cosas importantes", dijo con orgullo Mauricio Ventura, Ministro de Turismo.

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encuentro mundial de zonas azules

A mediados de noviembre de 2017 se celebró el primer Encuentro Mundial de Zonas Azules. Por primera vez, los investigadores más destacados del mundo compartieron sus conocimientos y sus investigaciones más recientes sobre el tema de las zonas azules. La distinguida lista incluía a investigadores pioneros en este tema: Michel Poulain de Bélgica, Dr. Gianni Mario Pes y Paolo Francalacci de Cerdeña, Italia, Christina Chrysochoou de Icaria, Grecia, Makoto Suzuki de Okinawa, Japón, Gina Siapco de Loma Linda, EE.UU., y Diego Bernardini de Argentina. 

Entre los asistentes internacionales también se encontraba Dan Buettner, reportero e investigador de National Geographic, que se ha encargado de popularizar el concepto de Zonas Azules mediante la publicación de varios artículos y libros superventas que exploran la conexión directa entre este tema y la dieta, la espiritualidad, el propósito en la vida y el ejercicio físico, con la felicidad como elemento transversal. 

También se compartieron los resultados de las investigaciones realizadas por el demógrafo Luis Rosero y la Dra. Elizabeth López, ambos de Costa Rica, que hicieron importantes aportaciones sobre el tema de la longevidad saludable. También se aprovechó la ocasión para dar a conocer el estudio más reciente sobre longevidad realizado por el Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional de Costa Rica. 

Todos los expertos internacionales coincidieron en que los factores que hacen posible una longevidad saludable deben comunicarse a todo el mundo, con el fin de reflexionar sobre las implicaciones de las Zonas Azules, áreas geográficas únicas con una alta concentración de habitantes que viven hasta los noventa o cien años, cuyo proceso de envejecimiento es positivo y, lo que es más importante, deliberado y activo.

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red internacional sobre envejecimiento saludable

Fruto de esta necesidad, uno de los resultados de la reunión fue la creación de una Red Internacional sobre Envejecimiento Saludable, que se liderará desde Costa Rica para "construir conocimiento de forma colaborativa", dijo Montero. También se establecieron ciertas características comunes para determinar si en un futuro próximo se podrían añadir otras Zonas Azules. 

El ponente Dan Buettner concluyó diciendo que "es un gran honor ver que los resultados de la idea de investigar el tema de la longevidad que surgió hace quince años se materializa en la reunión de los principales investigadores científicos sobre el tema de las Zonas Azules". Añadió que "de alguna manera debemos emular, duplicar o copiar el estilo de vida de los centenarios, y su forma de vivir, pero sobre todo su entorno, su dieta, su actividad; sobre todo, las conexiones que establecen, conexiones humanas, no tecnológicas". 

Para el investigador belga Michel Poulain, uno de los mensajes más importantes del Encuentro Mundial de Zonas Azules es decir al mundo que "Costa Rica tiene en la península de Nicoya un tesoro de longevidad, que viene de las generaciones pasadas, que se ha ido construyendo año tras año. Este tesoro incluye la atmósfera que nos rodea". Terminó, afirmando enfáticamente "por favor manténganlo y pongan a la nueva generación en la misma línea en el tesoro de esta Zona Azul".

Paralelamente, y con el propósito de generar políticas públicas, se firmó un Convenio Marco de Cooperación para establecer, promover y apoyar la Zona Azul en la Península de Nicoya. Entre los compromisos adquiridos destacaron la promoción sostenible y equitativa de la población longeva de la tercera edad y el establecimiento de una agenda cultural orientada a fortalecer el turismo sostenible, rural y comunitario. Estos compromisos también incluyeron mecanismos para desarrollar buenas prácticas de promoción de la salud en los "cinco cantones azules" de la Península, fortalecer las redes de apoyo e incentivar la recuperación de lecciones de vida y tradiciones. 

El acuerdo fue firmado por la Vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón, así como por ministerios e instituciones del gobierno y los alcaldes de los cantones de la Península de Nicoya: Nandayure, Hojancha, Carrillo, Santa Cruz y Nicoya. "Esta reunión nos compromete a preservar esta Zona Azul, pero lo más importante es que tenga un efecto multiplicador y sirva de ejemplo para los demás cantones del país" dijo Ana Monge, Comisionada del Consejo Presidencial Social del Gobierno de Costa Rica. 

El Encuentro Mundial de Zonas Azules sentó las bases, en un espíritu de sí se puede, imaginando una Costa Rica azul, siguiendo el ejemplo de hábitos saludables de más de 900 habitantes de 90 años o más, y de los centenarios de la Península de Nicoya. Ellos han sido capaces de superar su esperanza de vida y servir de ejemplo para el mundo entero. Sin duda, se trata de un reto para las próximas generaciones, en un contexto en el que la pirámide de edad mundial está dando la vuelta, con cada vez más personas mayores.