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Plantas y animales por todas partes

El territorio de Costa Rica es tan pequeño que sólo abarca el 0,03% de la superficie del planeta, pero aún así se encuentra entre los 20 países más ricos en biodiversidad de la Tierra en términos de densidad de especies. Eso significa que es posible encontrar más especies en 1.000 km2 en Costa Rica que en la misma superficie en países enormes como Brasil o Colombia. 

Utilicemos Brasil como ejemplo. A pesar de ser 166,6 veces más grande que Costa Rica, Brasil tiene una media de 6,5 especies de plantas, 0,2 de aves y 0,05 de mamíferos por cada 1.000 km2. Mientras tanto, Costa Rica tiene una media de 234,8 especies de plantas, 16,9 de aves y 4,6 de mamíferos en esos mismos 1.000 km2. 

De hecho, con sólo 51.100 km2 de territorio total, Costa Rica cuenta con casi medio millón de especies, lo que representa el 6% de la biodiversidad del planeta. Esperamos que todo el mundo esté dispuesto a descubrirlo.

 Un mono sentado en la rama de un árbol.

La carreta de bueyes y el yugo más grandes del mundo

La carreta de bueyes es el símbolo nacional del medio de transporte tradicional costarricense y también se considera una expresión genuina del arte popular. Lo mismo ocurre con el aparato de madera que se ajusta al cuello de dos bueyes y permite "yuncar" a las bestias para que tiren de una sola carreta. Y tan importantes son ambos que en el país es posible encontrar la carreta de bueyes y el yugo más grandes del mundo, creados por notables artesanos y pintores costarricenses. 

Esta carreta de bueyes, diseñada en 2006, se encuentra en Sarchí, mide cuatro metros de altura y seis de longitud y destaca no sólo por su tamaño monumental, sino también por los vivos colores con que está decorada. Antiguamente, las carretas de bueyes eran el principal medio para llevar los granos de café, así como otros productos, a los mercados y las instalaciones de procesamiento. 

El yugo, por su parte, mide dos metros de alto y cuatro de largo, y fue creado en 2007 utilizando cientos de galones de pintura para decorarlo. Sarchí es una comunidad reconocida como cuna de la artesanía costarricense y es un destino obligado para cualquier visitante que desee apreciar la artesanía tradicional.  

Un paraguas de colores con un diseño decorativo.

El pequeño Amazonas de Costa Rica

Existe un lugar en Costa Rica donde la exuberancia de la vida salvaje natural y los visitantes se convierten en uno, y donde el agua es un espejo gigante que refleja el exuberante follaje que la rodea. Rodeado por un sistema de canales y lagunas naturales que discurren de sureste a noreste, el Parque Nacional Tortuguero, situado en el Caribe Norte, es sin duda nuestro pequeño Amazonas. Es también uno de los lugares más importantes del mundo para la protección de la tortuga verde y hogar de otras especies como el manatí, el cocodrilo americano y el pez Gaspar, considerado un fósil viviente. 

Majestuosas aves como la garza azul, la mayor del país, y la jacana norteña, famosa en el mundo animal porque la hembra protege el territorio mientras el macho anida los huevos, pueblan y prosperan en este rico entorno. Las aves son tan diversas que representan aproximadamente la mitad de las especies de Costa Rica y superan el número de especies de toda Europa. Los pantanos herbáceos, las marismas y los bosques "inundados" forman parte de este conjunto de hábitats diversos. 

Pero Tortuguero no es sólo naturaleza. Al estar en la vertiente caribeña, es una de las mayores regiones de cultura afrocaribeña del país. La mayoría de su población tiene orígenes jamaicanos y conserva su comida, bailes y tradiciones. Sus platos son en su mayoría picantes y muchos incluyen coco, lo que da a Tortuguero una reputación bien fundada para vivir la naturaleza y la cultura.  

Un hombre en una canoa en un río rodeado de árboles.

Las maravillas del fuego en Costa Rica

Como parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes de Costa Rica están entre los más fascinantes del mundo. De hecho, la actual masa continental conocida como Costa Rica es el resultado de una compleja actividad volcánica que tuvo lugar hace unos 75 millones de años y aún continúa. 

Contando todos los lugares o cráteres donde se ha producido una erupción dentro de sus fronteras, los volcanes de Costa Rica cuentan con la impresionante cifra de 112 emplazamientos en todo el país. La mayoría de los volcanes de Costa Rica y sus alrededores se han convertido en parques nacionales. 

Uno de los más populares es el volcán Arenal, que entró en erupción por última vez en 1968. Hasta entonces, se suponía que el volcán era un pico más de la cordillera. La montaña y sus alrededores fueron declarados parque nacional en 1994. Las fuentes termales son ahora la principal atracción de la zona, la mayoría de las cuales cuentan con senderos cercanos y numerosos miradores. 

En la actualidad, el volcán Arenal solo emite gases en el cráter C y presenta actividad fumárica en el cráter D. La vigilancia sísmica del volcán indica que la actividad volcánica sigue siendo baja y las manifestaciones externas se han reducido al mínimo. En 2010, tras 42 años de actividad volcánica ininterrumpida, el volcán entró en una fase de reposo, cesando las erupciones explosivas, el flujo piroclástico y el vertido de lava. Sin embargo, según los científicos, el volcán Arenal sigue activo.

Una montaña que se eleva sobre una masa de agua.

Un legado indígena que sigue siendo un misterio

Aunque las poblaciones indígenas que habitaban Costa Rica antes de la llegada de los españoles no construyeron estructuras arquitectónicas que rivalizaran con las pirámides mayas del norte de Centroamérica, sí dejaron tras de sí elaboradas esferas de piedra talladas cuyo significado sigue siendo un misterio a día de hoy. 

En Costa Rica hay registradas 235 esferas de piedra, todas ellas iguales en perfección, que miden hasta dos metros y tan pequeñas como 20 centímetros. Fueron creadas a lo largo de un periodo de 1.000 años que comenzó alrededor del año 400 d.C. y duró hasta la colonización de Costa Rica por los españoles. La mayoría se encontraron en el Pacífico Sur y constituyeron un elemento tan importante para estas sociedades que su producción sobrevivió casi un milenio. 

Las esferas se asociaban a poblaciones y regiones precolombinas en las que había plazas, zonas de paso y terrenos abiertos. Constituían una forma de arte destinada a ser vista, quizá para diferenciar las poblaciones en las que se fabricaban de sus vecinas. Las esferas solían estar alineadas entre sí, formando líneas, triángulos o rectángulos de significado desconocido. 

Estos grupos indígenas también llegaron a ser reconocidos por su trabajo en metal y cerámica, y el Pacífico Sur de Costa Rica fue, de hecho, el principal emplazamiento de objetos precolombinos.

Un grupo de rocas en medio de un bosque.

La mayor selva tropical de Costa Rica

El Parque Internacional La Amistad (PILA) no sólo es el mayor parque natural de Costa Rica, con casi 200.000 hectáreas, sino también el único binacional, creado por los gobiernos de Costa Rica y Panamá en 1982. De ahí el nombre de La Amistad. La extensión total de esta asombrosa porción de tierra protegida en ambos países es de casi 400.000 hectáreas, que abarcan una gran variedad de bosques húmedos, lluviosos y nubosos en las vertientes del Pacífico y el Atlántico, así como pueblos indígenas. 

La región de Talamanca, gran parte del parque, fue en la época colonial refugio de indígenas que se resistieron a la colonización española. El aislamiento de la región, gracias a las difíciles condiciones geográficas, permitió a sus habitantes salvaguardar la mayor parte de sus formas de vida y atuendos tradicionales. 

La enorme riqueza cultural y los extraordinarios hábitats naturales, resultado de las diferentes altitudes, suelos y microclimas, fue la razón por la que el parque también fue designado Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad. 

Especies en grave peligro de extinción como el jaguar, el mayor felino de América y el tercero del mundo, viven en el parque, así como una gran variedad de fauna, que incluye 400 especies de aves, 263 de anfibios y reptiles y 213 de mamíferos. Muchas otras especies sólo se encuentran en esta gigantesca selva tropical.

Un frondoso bosque verde lleno de muchos árboles.

Un paraíso para los submarinistas

Con una superficie marina diez veces mayor que la terrestre y una inmensa biodiversidad, Costa Rica es el lugar perfecto para los fanáticos del submarinismo. La mayoría de estos parajes pertenecen a zonas protegidas de fauna salvaje de todo el país, como el famoso Parque Nacional de la Isla del Coco, que además es Patrimonio de la Humanidad. La costa pacífica de Costa Rica está considerada por la revista Scuba Magazine de Rodale como uno de los cinco mejores destinos del mundo para el submarinismo avanzado. 

Situada a 532 kilómetros de la costa del Pacífico, la isla del Coco fue históricamente una