Fuimos a Costa RicaLa región del Pacífico Sur y querías conocer su entorno natural. ¿Has visitado alguna vez la Reserva Nacional de Vida Silvestre Hacienda Barú?
La oportunidad de recorrer sus senderos es algo que no se puede dejar pasar. Mientras recorrimos los senderos vimos muchas especies de animales: monos, perezosos, aves… fue toda una experiencia y estamos ansiosos por contarles más.
Área natural protegida:
Para empezar, debes saber que esta reserva está compuesta por unas 330 hectáreas de áreas protegidas con bosque tropical lluvioso primario y secundario, humedales, manglares y costa (3 km de playa y 1 km que bordea la desembocadura del Río Barú).
Además, forma parte del Corredor Biológico Paso de la Danta, que se extiende desde la cuenca del río Savegre hasta la del río Térraba-Sierpe.
Nos contaron que en junio de 2017, la UNESCO declaró a Savegre como Reserva de la Biosfera (esto incluye tierras que abarcan la Reserva Nacional de Vida Silvestre Hacienda Barú e incluye la cuenca del Río Savegre). Esto se debe a que la región alberga el 20% de Costa RicaLa flora del país, así como el 54% de sus mamíferos y el 59% de sus aves.
Hacienda Barú también apoya a ASANA (www.asanacr.org), asociación sin fines de lucro cuya visión es mantener y mejorar la biodiversidad y conectividad del Corredor Biológico Paso de la Danta y las áreas naturales que conecta. Participan en diversos proyectos que han resultado en importantes avances en la protección de especies vulnerables que habitan dentro de la Reserva de Vida Silvestre.
Pasos de vida silvestre: Cuando se pavimentó la carretera Costanera Sur se instaló el primer sistema de pasos de fauna, que animales como pecaríes, mapaches, gatos monteses y monos utilizan para cruzar la carretera sin peligro de ser atropellados por vehículos.
Estos pasadizos consisten en zanjas de drenaje, túneles cuadrados y puentes elevados a lo largo del segmento que cruza entre las zonas montañosas y bajas del refugio.
Cámaras trampa: Las redes de cámaras trampa que se han instalado en el bosque han permitido monitorear especies como el ocelote, el jaguarundi y el pecarí. Los videos permiten estudiar el comportamiento de estas especies y así conocerlas mejor.
Tortugas Este proyecto consiste en proteger los huevos que ponen las tortugas marinas que anidan en las playas cercanas y mantenerlos a salvo de depredadores y cazadores furtivos. Una vez que las crías nacen y están listas, son liberadas para comenzar su aventura en el océano.
Educación ambiental: El Centro Biológico busca promover la educación ambiental en la comunidad, lo hace a través de actividades como charlas o visitas guiadas a la Reserva de Vida Silvestre.
Centro de Investigación
El Centro de Investigaciones Biológicas Hacienda Barú ofrece a investigadores y estudiantes la oportunidad de hospedarse con comodidad y seguridad mientras realizan sus investigaciones o educación o simplemente explorar los senderos de la Reserva de Vida Silvestre.
El centro inició operaciones en 2012 con el objetivo principal de mejorar la conservación y restauración de los ecosistemas de la Reserva de Vida Silvestre Hacienda Barú y las áreas aledañas. Además, busca promover la expansión del conocimiento científico sobre la vida silvestre y el contexto social con una visión de largo plazo, al tiempo que brinda alojamiento y otras experiencias valiosas a investigadores y estudiantes en áreas relevantes.
Al llegar verás dos edificios, cada uno de ellos con ocho habitaciones con capacidad máxima para 40 personas. Las camas son en su mayoría literas y los baños son amplios y cómodos. También cuenta con un laboratorio (392 m2), un aula con capacidad para 30 personas, un comedor para 40 personas así como Wi-Fi y estacionamiento.
Si estás interesado en conocer más sobre las especies que se estudian en el centro y las presentes en el Área de Vida Silvestre Hacienda Barú, consulta http://haciendabaru.org/especies/
Trails
El día que llegamos fuimos a conocer las instalaciones para luego intentar realizar caminatas por los senderos del Refugio de Vida Silvestre. Los guías amablemente nos dieron una breve introducción sobre la historia de Hacienda Barú y su importancia en el proceso de recuperación de la riqueza natural de la región. Es importante mencionar que el terreno solía ser de pastoreo o tierra agrícola.
No habíamos avanzado ni 100 metros cuando vimos a un perezoso adulto durmiendo la siesta en una de las ceibas. ¡Era su forma de darnos la bienvenida! Un poco más adelante llegamos a una pequeña plantación de cacao ubicada al borde de la carretera Costanera Sur. Rigo, uno de los dos guías que viajaba con nosotros, nos contó que ese terreno antiguamente se utilizaba para el cultivo de cacao.
Seguimos un poco más adelante y cuando ya estábamos cerca de la carretera nos encontramos con uno de los túneles y uno de los puentes para monos o perezosos, que fueron construidos para facilitar el paso de la fauna de una parte de la reserva a otra sin necesidad de cruzar la carretera. Los túneles son realmente grandes, al punto que incluso nosotros podríamos atravesarlos a pie.
Una vez que llegamos al otro lado, vimos diferentes especies de árboles maderables y frutales. Incluso vimos una palma real, una especie nativa de Panamá y Costa Rica que era utilizada por los indígenas para hacer sus viviendas. También es una especie protegida por sus frutos, que alimentan a los animales del Refugio de Vida Silvestre.
El recorrido es de 2 km en total, también hay opciones de observación de aves y tirolesa. Al final del sendero encontramos un grupo de monos capuchinos de cara blanca que nos entretuvieron por unos minutos mientras se balanceaban de árbol en árbol mientras observábamos. ¡Realmente dieron un buen espectáculo!
Cómo llegar
Se debe tomar la carretera Costanera Sur (ruta 34). El Centro de Investigaciones Biológicas Hacienda Barú se ubica a 800 metros al noroeste del puente sobre el Río Barú o de la intersección con la carretera entre Dominical y San Isidro de Pérez Zeledón.